Cuando armas tu primer viaje a Europa piensas en los países clásicos: Francia, Italia, España, Alemania… Bélgica suele pasar desapercibida a menos que quede justo en medio del camino hacia otro punto de interés. Pero ¿hay razones para visitar Bélgica? atento a lo siguiente:
1) Los mejores chocolates del mundo: y no solo eso, te toparás con una chocolatería casi en cada cuadra y encima podrás probarlos! El verdadero paraíso
Encontrarás no solo las marcas de lujo como Godiva, que además tiene cafés para que pruebes su orgásmico chocolate caliente o unos sensuales conos rellenos de fresas con chocolate. También pequeñas chocolaterías artesanales capaces de volarte la cabeza con la pureza de su cacao. Paraíso se queda corto.

Los chocolates de Pur Chocolat en Brujas fueron lejos mis favoritos
2) Su multiculturalidad: tanto que por su historia se hablan hasta 3 idiomas distintos en norte, centro y sur del país ¿te imaginas la locura que es?
Me encanta recorrer ciudades con gente de todos los colores, de todos los acentos, de todas las formas. Suelen ser ciudades llenas de vida, desconcertantes a ratos, pero como la vida misma. Amor eterno a la diversidad. Los belgas son alegres, hablan fuerte y son amables, esa fue mi impresión general.
3) Es una de las capitales cerveceras del mundo: porque si algo me gusta casi tanto como el chocolate es la cerveza y acá las variedades de artesanales son interminables! Fácil encuentras sobre 100 tipos de cerveza por bar e incluso puedes ir a conocer el popular bar de Delirium Tremens.

Me declaro culpable, amo la cerveza!
Cuidado! que algunas tienen bastante grado alcohólico y sin darte cuenta puedes terminar hablando andaluz.
4) Su conectividad en tren: es sumamente fácil moverse de ciudad en ciudad gracias a los trenes. Es un país pequeño por lo que las distancias entre ciudad y ciudad son cortas.
Además comprar pasajes en segunda clase es de bajo costo y la frecuencia de los trenes es muy buena, hay muchos al día. Sólo no te equivoques al subirte a los vagones! Los asientos no son asignados y si te subes al de primera teniendo pasaje de segunda podrían multarte.
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5) Sus waffles: o gofres, ok ok en Bélgica hay antojitos para todos los gustos pero estos deberían estar en el top 3.
Los tradicionales deberían comerse solos y recién preparados, no recalentados para disfrutar su verdadera calidad. Pero los encontrarás también con crema, chocolate, nutella, fresas y cuanta cosa te imagines. Pruébalos solos, pero también prueba los parafernálicos para comparar. Seguro de Bélgica te vas con un par de kilos demás.

Waffles, pruebalos solos y con toppings para comparar
6) Su arquitectura medieval: Brujas, Gante y Amberes son ciudades donde simplemente te sientes viviendo en otra época. Déjate sorprender por su particular y bien conservada arquitectura.
Recuerdo que en Brujas el primer día dejé las cosas en el hostel y con el gps empecé a caminar a la plaza principal Grote Markt, a poco andar empecé a alucinar, canales con cisnes blancos cruzando, pozos como de los deseos, calles adoquinadas y como guinda de la torta la plaza con sus increíbles edificios y el campanario dando un espectáculo que paraba los pelos.
Sentí que había cruzado un portal que me había devuelto en el tiempo, si no hubiera tenido el móvil en la mano recordándome que estamos en 2019, la hubiera dudado en serio.

Con paisajes así es fácil sentirse como en otra época ¿no?
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7) Aunque desconozcas el idioma encuentras tours en español: mucha gente se asusta de viajar a países donde desconocen el idioma, pero aquí encontrarás free walking tours en español en todas las ciudades. Para mi fueron una tremenda experiencia para aprender más de las ciudades y esos datos extra que sólos ni notamos. Los tomé con Civitatis y los ultra recomiendo.
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8) Sus papas fritas: bélgica ostenta la invención de las papas fritas, así que aquí ni se te ocurra decir “french fries”, porque harás que todos se vuelvan locos, es una especie de orgullo nacional.
Y es que en realidad son las mejores que he probado y no logro explicarte lo riquísimas que son. Las comí en varios lugares y mi favorito fue un carrito en Bruselas que se veia bien destartalado. Al entrar el dueño cortaba papas en una máquina manual en perfectos bastones, nada de esas imitaciones prefritas.
Preguntó qué queríamos y con qué salsas, probé una mayonesa dulce increíble! Y la típica de ellos, la andaluza ufff que delicia. Y ese carrito que se veía humilde y destartalado tenía una máquina para que pagaras tu orden sin que el señor tuviera que tocar el dinero. Una maravilla!
Además de los antojitos que encontrarás en cada esquina hay varios platos típicos de su gastronomía tradicional que te sorprenderán. Qué tal una olla entera de mejillones en sus conchas o las clásicas endivias. Te imaginabas así su gastronomía? A mi me sorprendió enormemente.
9) Sus precios: Bélgica me pareció bastante más barata que otros países de Europa. desayunar un waffle con un chocolate caliente por 3 euros? La perfección, además de ser un auténtico desayuno tradicional. Alojamiento también encontrarás a buenos precios.
Brujas puede ser un poco más caro pero si te alejas un poquito del circuito más turístico encuentras buenos lugares para comer más barato. Además al ser una ciudad pequeña esto no implica ni siquiera tomar transporte, tan sólo caminar.
10) Tradiciones e historias absurdas pero divertidas: como las mil y un teorías para explicar el origen del Mannekin Pis en Bruselas, la estatua del niño meón. Desde la historia del niño que evitó una guerra civil apagando un camino de pólvora meando encima, hasta el niño convertido en piedra por una bruja al mearle la casa.
Y la historia no termina ahí, la estatua y fuente del niño meón tiene más de mil trajes distintos, algunos de diseñador y una agenda que dicta lo que usará durante el año. Tiene su propio museo y un día al año el agua que sale de la fuente es nada más y nada menos que: adivinan bien ¡cerveza!

El Mannekin pis en murales, en la realidad y hasta invitando a comer waffles
Y en Brujas leyendas de amor que dan origen a un parque y una laguna y una historia de locura cuando apareció por primera vez un cisne negro que hizo que los locales adoptaron todo tipo de teorías apocalípticas.
Qué les digo, razones para visitar Bélgica sobran, Bélgica me enamoró, me envolvió con su magia, me encantó con su comida, me desconcertó con sus absurdos, me complació con sus precios y sin lugar a dudas me hizo preguntarme ¿cómo no te visité antes hermosa Bélgica? Y me hizo prometerle volver…
Si estás armando tu viaje por el viejo continente, lee aquí cómo armar un viaje a Europa en 7 simples pasos, sin duda te ayudará a ordenar lo que quieres hacer.