Como recordarán hace exactamente 2 años atrás, en búsqueda de nuevos destinos, fui a dar la archipielago de San Blas, comarca indígena de Guna Yala.
Sabía que se trataba de islas vírgenes lejos de la explotación de las grandes cadenas hoteleras, quería pasar más de un día en el lugar porque ir por el día se me hacía poco para la magnitud de estos parajes.
En ese contexto di con Marina, de Sailing Life Experience, una web que une dueños de embarcaciones en distintas partes del mundo, con viajeros que quieren pasar a bordo unos días explorando estos lugares y el elegido fue el catamarán SUR, donde pasé una noche junto a sus dueños y tripulación, una pareja encantadora, Daniel, argentino y Drika, brasilera, con quienes pude conocer más de las islas, su historia y el paraíso en el que despertaban cada día.
Lee aquí todo lo que debes saber de San Blas y parte de mi experiencia anterior
Esta vez me contactó Drika, para contarme que habían traído un nuevo barco, bastante espacioso, el velero Plan B y preguntarme si me animaba a ir a conocerlo por un par de días y de paso llegar más lejos a islas más inexploradas. Sin dudarlo un segundo dije que sí, porque quién puede negarse al paraíso, ordené mis asuntos y partí a Panamá. Si tienes curiosidad y no puedes esperar ya puedes echar un ojo a su web.
El velero Plan B y su tripulación:
El velero Plan B es un Beneteau Oceanis, de 16 metros de largo, muy estable, espacioso y seguro. Cuenta con 5 cabinas, todas con baño privado, un área de cocina con comedor interior, equipada con refrigeradores y por supuesto una mesa para comer fuera y disfrutar los paisajes. Fue reacondicionado completo por lo que todo en su interior está como nuevo.

el velero Plan B es una belleza
Su capitán es Agustín Bretón, Argentino, un chico joven con muchísima experiencia, quien, según me contó, desde muy pequeño estuvo en contacto con los deportes náuticos. Fue instructor de vela en el Yacht Club Argentino y junto a Drika y Daniel, hizo la travesía del Atlántico en el velero Plan B, cruzando desde Gran Canaria hasta Panamá, por lo que conoce el barco como la palma de su mano.
Es un explorador por naturaleza y es quien te llevará a conocer las islas más inexploradas, conoce los mejores spots para hacer snorkel y buceo y está siempre en busca de nuevos rincones inexplorados. Es muy tranquilo y tiene un sentido del humor capaz de arrancarte más de una carcajada.
Su chef es Tony Morales, oriundo de Barcelona, trabajó en cocinas de Francia, Portugal, Marruecos, Reino Unido, Costa Rica y ahora es quien se encarga de ponerle sazón a los viajes del velero Plan B y se nota en cada plato la pasión que pone en la comida.
Tony es un personaje con el que nunca se te acabará el tema de conversación, además de ser un genio en la cocina, trabajó también en algún momento como DJ en Ibiza, así que nunca faltará la música para acompañar el recorrido y miles de anécdotas que contar.

y aquí estamos los 3, Tony, Agustín y yo
Mi experiencia a bordo del velero Plan B:
Partí a primera hora, 5 de la mañana, en transporte desde Ciudad de Panamá. A eso de las 10 ya me había recibido Agustín, en Banedup, una de las primeras islas del archipiélago y partimos en el dingui, un inflable con motor estilo zodiak, al velero que estaba a pocos minutos de ahí.
Al llegar me recibió Tony con un desayuno maravilloso, la piña más dulce que he probado en la vida, jugo de naranja, tostadas y un café con leche que con la levantada temprano me vino como anillo al dedo (todavía se me hace agua la boca de pensar en esa piña).
Conversé con los chicos y partimos lejos, hacia Cayos Holandeses. El paisaje es tan perfecto, las islas alrededor con sus cocoteros, el mar y sus mil tonalidades de azules y turquesas, la arena blanca, la brisa en la cara. Es imposible no perder el aliento y hasta emocionarse a ratos. Ellos están acostumbrados, pero para uno que viene literal de la selva de cemento es desconexión inmediata para conectar con la naturaleza.

incontables tonos de azul podrás ver navegando por el archipiélago
Tony me preguntó si me gustaba la langosta, abrí los ojos como 2 soles, amo la langosta, me encantan los productos del mar, así que mi almuerzo fue nada menos que 2 langostas, una ensalada con mango que era una maravilla y un puré delicioso.
Bajamos a explorar las primeras 2 islas, playas vacías sólo para ti en paisajes que no pueden más de idílicos. Tomar agua de coco, meterte al mar incontables veces, caminar por esa arena blanca coralina, perfecta. San Blas tiene las mejores playas del Caribe y lo reafirmo a 2 años de mi primera visita.

playas vírgenes sólo para tí, el sueño de cualquiera
Por la noche Tony me tenía una centolla y yo me sentía la persona más afortunada del planeta, estuvimos los 3 conversando, escuchando música hasta que el cansancio me venció y me fui a mi cabina a dormir.

Decir que comí delicioso es poco, Tony se luce en sus preparaciones. Aquí langostas, centolla y un arroz con pulpo con tortilla de papas que no puedo quitar aún de mi cabeza
Los días transcurrieron entre despertar con el paisaje más perfecto tan pronto sales de tu cabina, mañanas de snorkel con Agustín, disfrutar del mar que a ratos parece una piscina transparente y sin olas que deja ver cada una de sus cientos de estrellas de mar, noches de cenas en el exterior, con la luz alrededor del barco encendida, admirando la danza frenética de rayas y peces a su alrededor y las cientos de miles de estrellas de un cielo inmenso, sin contaminación lumínica alguna. Un verdadero sueño.

Agustín sabe exactamente donde llevarte para que disfrutes ese mar perfecto
Sobre las cabinas del velero Plan B y su comodidad:
Para quienes nunca han dormido en un velero puede que se hagan muchas preguntas como yo misma me las hacía. Les cuento que si bien las cabinas tienen espacio limitado para, por ejemplo, grandes equipajes, las camas son espaciosas y entre la cama y el techo tienes bastante espacio para tu comodidad.
Tienen luz, ventilador para noches calurosas, con la potencia perfecta para dormir cómodamente mientras te mecen con suavidad las olas. Además y muy importante para quienes queremos tener registro de todo, al lado de la cama encontrarás tomas USB para cargar tus aparatos electrónicos.

Así lucen las cabinas y los baños, todo absolutamente como nuevo
Conectarse a internet es una tarea casi imposible, tal vez puedas lograrlo comprando una simcard local, pero a mi no me resultó y la verdad creo que un poco de detox del mundo digital me vino como anillo al dedo. Si necesitas algo urgente los chicos de la tripulación pueden conectarse a ratos, dependiendo de qué tan lejos estén en el archipiélago.
Desperté por la noche y a través de una de las ventanillas del techo se veía perfecta la luna.
Los baños están equipados con agua dulce y son cómodos, la tripulación te enseña cómo funciona el sistema para tirar la cadena y ducharte puedes hacerlo afuera, donde hay una ducha de agua dulce para que te quites la sal, te laves el pelo etc. Recomiendo usar productos amigables con el medio ambiente para no contaminar este paraíso. ¿te parece incómodo ducharte afuera? a mi me parece un sueño darme una ducha caliente sin un alma alrededor, en medio del mar, rodeado de islas y si es de noche, con miles de estrellas en el cielo ¿dónde más podrías hacer algo así?

vista de la sala interior y cocina
Qué incluye la estadía en el velero Plan B:
La estadía en el barco contempla todas las comidas diarias, la mayoría de las veces con productos frescos del mar, pero se adaptan fácilmente a vegetarianos y veganos. Tienes agua, bebidas y cervezas a disposición (obviamente el alcohol es de consumo moderado, la idea no es que acabes cayéndote del barco).
Además de esto tienes a la tripulación a tu disposición para las actividades que quieras llevar a cabo, ya sea que quieras pasar la tarde en la playa, recorrer más islas, hacer snorkel o paddle board, ellos cuentan con todos los elementos necesarios para hacerlo y acompañarte a los mejores lugares, esas joyas que sólo ellos conocen.

Las tonalidades de azul van cambiando con más o menos sol, no hay palabras para describirlo
El valor por persona por noche es de 200 dólares, que si lo piensas no es diferente a lo que pagarías tal vez en un all inclusive, pero con una experiencia absolutamente distinta y única, adaptada a tus gustos y necesidades y sin multitudes alrededor.
Es una experiencia que recomiendo para grupos de amigos, familias y obvio para parejas, hay pocos destinos que podrían ser más románticos que este.
2 cosas que es bueno que lleves, aunque los chicos tienen, son: bloqueador solar, ojalá biodegradable, porque el sol pega y pega fuerte, más aun con el reflejo del mar, así que aplícalo constantemente y repelente de mosquitos. En algunas de las islas hay manglar y hay un mosquito muy pequeñito, casi invisible, llamado chitra, que puede ser molesto. Aplica el repelente cuando bajes a las islas a cualquier hora del día, porque a diferencia de los mosquitos comunes, estos no aparecen sólo al atardecer. No te asustes que no transmite enfermedades, pero las picaduras ciertamente pueden ser molestas.
Lee aquí San Blas Panamá, 10 razones para amar este paraíso desconocido
Si buscas una experiencia única, lejos del ruido de los resorts, fuera de la explotación turística que tanto daño hace al planeta. Si quieres conocer islas a tu ritmo, contagiarte de la vibra relajada del caribe, explorar rincones inexplorados, esta experiencia es para tí y la tripulación hará de tu visita, sin duda alguna, algo inolvidable, yo ya quiero volver. Puedes ponerte en contacto con ellos y armar tu aventura a tu medida en la web oficial del velero Plan B.
Holaaaa!!! Gracias por el dato. Consulta… donde alojaste en Panamá para que te pasarán a buscar? Saludos
Selina Casco Viejo, con la lupa aquí encuentras la reseña del lugar 😉